Hay material que documenta que los primeros inicios del esquí para personas con diversidad funcional contaban solamente con unos bastones con pequeños esquís, que simplemente ayudaban a mantener el equilibrio. Esto ayudaba a las personas a las que les faltaba alguna extremidad, pero obviamente no era suficiente. Después de la II Guerra Mundial también se tuvo que crear una silla unida a unos esquís, muy primitiva en comparación a las que se usan hoy en día.
A partir de los años 70 los deportistas profesionales que, por una razón u otra, habían perdido la visión se comienzan a organizar para no tener que dejar este deporte debido a su condición. Debido a la presión, el esquí paralímpico alpino comenzó a evolucionar, comenzando los primeros borradores de reglamento.
En la actualidad se dividen en tres: deficientes visuales, diversos funcionales físicos de pie y diversos funcionales físicos sentados.
Grandes deportistas españoles
Algunos de los deportistas más destacados con diversidad visual han sido Jon Santana y su guía Miguel Galindo, que han obtenido 8 oros y 7 platas entre otros títulos.
Úrsula Pueyo, deportista de esquí de pie, ha conseguido varias medallas y ha sido abanderada del equipo español en los Juegos de Vancouver.
En esquí sentado destacan Óscar Espallargas, que debutó en los Juegos Paralímpicos de Sochi de 2014 donde consiguió el séptimo puesto en la cateogría de slalom masculino.
Los Juegos Paralímpicos
Los primeros Juegos Paralímpicos se dieron en Roma en 1960. Comenzaron como un pequeño evento con los veteranos de la II Guerra Mundial para, poco a poco, ser uno de los grandes eventos deportivos internacionales. Al principio, los atletas paralímpicos competían en los mismos Juegos Olímpicos. El primero en hacerlo fue un atleta germano-estadounidense en 1904.
Se organizan en paralelo a los Juegos Olímpicos, y las categorías en cada modalidad se dividen hasta en nueve: discapacidad de potencia muscular, rango de movimiento pasivo, deficiencia en algunos o varios miembros, corta estatura, hipertonía, ataxia, atetosis, discapacidad visual y discapacidad intelectual.
Su objetivo es promover el trato igualitario entre los atletas, tengan la condición que tengan y son una buena forma de demostrar al mundo que todos somos importantes y todos valemos.
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